Entrevista a Amalia M. Castellot, autora de «Las crónicas de Covadén»
Nos apasiona charlar con autores/as de fantasía, pues es fascinante descubrir cómo crean mundos de la nada, dándoles sus propias leyes, sociedades o su propio contexto histórico o político. Entrevistar a Amalia M. Castellot nos ha permitido sumergirnos en Covadén y acercarnos a «La mansión dorada», y es que esta historia protagonizada por un niño de 13 años tiene todo lo que el aficionado a la fantasía juvenil puede pedir (Y puedes descubrir más sobre ella en el artículo que le dedicamos). Hemos hablado con Amalia sobre el contenido de la obra, su proceso de creación o los planes de futuro para con la saga:
Tiempo de libros (TDL): Antes de nada, ¿quién es Amalia María Castellot?
Amalia M. Castellot (AMC): Una mujer con complejo de Peter Pan, que se dedica a la enseñanza porque aún tiene mucho que aprender.
Una persona soñadora que usa la fantasía como refugio y las palabras como material constructor del pensamiento.
TDL: ¿Qué podrá encontrar el lector en «Crónicas de Covadén: La mansión Dorada»?
AMC: Una historia de fantasía y ciencia ficción con apariencia de novela juvenil, pero que también podrán disfrutar los adultos. Es un viaje de autodescubrimiento, de crecimiento, de forjar lazos.
Covadén es un mundo donde existe la magia y, sin embargo, no es tan diferente al nuestro: existe el miedo, la envidia, la discriminación, personas privilegiadas y desfavorecidas.
TDL: Háblanos un poco del protagonista de la obra: Ángel.
AMC: Es un niño de trece años, criado en un ambiente protegido, con las inseguridades propias de la edad y con una forma de ser aún inocente. Le ha tocado vivir la pérdida de un ser querido y por eso ahora la familia es algo muy importante para él.
Es muy curioso y algo impulsivo. No sabe reaccionar a los conflictos y prefiere huir o esquivarlos, pero tampoco es de los que se quedan callados ante una injusticia.
En este libro descubre muchas cosas que desconocía sobre sí mismo y también se le plantean varios dilemas y tentaciones.
TDL: En cuanto a secundarios, destaca Héctor, el hermano de Ángel, y su mentor en la nueva etapa que está a punto de comenzar. ¿Qué puedes contarnos de él?
AMC: Héctor es el hermano mayor que todos quisiéramos tener. Es el personaje favorito de la mayoría de los lectores y, al principio, me sorprendía esa unanimidad, pero creo que, al verlo desde la mirada de admiración de Ángel, es fácil encariñarse con él.
Héctor es generoso, resolutivo, de mente abierta y espíritu aventurero. Él lo tuvo más difícil que Ángel porque vivió la misma experiencia que él, sin nadie que lo acompañara.
A mí lo que más me gusta de él es su relación con Ángel. Ese vínculo de hermanos creo que es un ingrediente fundamental de esta historia.
TDL: ¿Tuviste clara la historia desde un primer momento, o fue evolucionando conforme escribías?
AMC: Tenía claras las cosas importantes, pero ha habido un montón de matices y subtramas que se me fueron ocurriendo sobre la marcha.
Esta historia o, al menos, parte de ella, ha estado en mi cabeza desde que era muy pequeña. El «bosque de los números» me ha acompañado por tanto tiempo que no recuerdo a qué edad se me ocurrió.
Después, en mi adolescencia, me empezó a venir la historia de dos hermanos y todo se fue perfilando, aunque inicialmente Ángel era una chica.
También es verdad que abandoné el intento de escribir esta novela en varias ocasiones y, cada vez que empezaba de nuevo, lo hacía con algún cambio.
TDL: Continuando con lo anterior, háblanos un poco de tu metodología para escribir. Manías, rituales, horarios…
AMC: Me gusta escribir de noche. Es ahí cuando me vienen los picos de inspiración, pero no quiero depender únicamente de ellos. Intento ponerme horarios que casi nunca cumplo, soy un desastre en ese sentido.
No tengo muchas manías. Suelo escribir en completo silencio, pero me gusta repasar y releer con música. De hecho tengo una lista de Spotify con la música que utilicé durante la revisión del libro.
Además a veces reproduzco los diálogos en voz alta para ver cómo suenan.
Escribo en el ordenador. Estoy acostumbrada desde muy pequeña a hacerlo así y lo prefiero a escribir a mano por la sencilla razón de que tengo muy mala letra y luego no entiendo ni yo misma lo que he puesto.
Me gustaría decir que tengo una libreta para apuntar ideas que me vienen y, de hecho la tengo, pero al final nunca la uso y apunto todo en hojas sueltas o en el móvil.
TDL: En un mercado que suministra gran cantidad de historias de fantasía al lector, ¿cuál es el punto diferencial de tu novela?
AMC: Cuando se habla de libros de fantasía, en realidad se hace referencia a un amplio abanico de opciones muy diferentes entre sí. Hay novelas de fantasía épica, novelas de fantasía oscura, historias de escuelas de magia…. Supongo que «Crónicas de Covadén» encajaría en este último grupo y, lógicamente, cumple con algunos patrones. Sin embargo, rompe -totalmente a propósito- con otros. Un elemento: en el esquema típico de «el viaje del héroe» siempre tiene lugar la separación o la ruptura del protagonista con su familia y su hogar, ya sea por una repentina orfandad o por cumplir una misión o incluso a veces por accidente. Ángel, en cambio, no se separa completamente de su familia. Y es que la familia (el deseo de pertenencia, de querer desinteresadamente, pero también de ser correspondido) es un componente muy importante en esta historia.
TDL: Y a colación de esto, ¿puedes hablarnos de tus mayores influencias a la hora de escribir?
AMC: Supongo que no es ninguna sorpresa si nombro la saga de «Harry Potter». También «Eragon», «Crónicas de Narnia» y «El Señor de los Anillos», todas grandes novelas de fantasía que marcaron mi infancia y adolescencia.
Tampoco puede faltar en esta lista Laura Gallego García, especialmente la trilogía de «Memorias de Idhún», inspiración para toda una generación.
En cuanto a mi estilo de escritura, me han hablado algunas veces de mi tendencia al recurso de la comparación y a un uso muy concreto de la adjetivación. Tengo cierta obsesión por ser muy precisa con el lenguaje, supongo que por eso estudié la carrera de filología y ahí pude leer muchos libros que llevaré para siempre en el recuerdo y, quizá, en el subconsciente.
TDL: Para finalizar, ¿cuáles son los proyectos de futuro de Amalia María Castellot?
AMC: Mi problema suele ser que tengo demasiados proyectos y me cuesta mucho llevarlos a término. En el futuro cercano hay una segunda parte de «Crónicas de Covadén», pero también tengo otras ideas que me gustaría explorar.
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