Entrevista a Jaime Molina García, autor de «El sicario del Sacromonte»
Entrevistamos al autor jienense afincado en granada, Jaime Molina García, con el motivo del lanzamiento de su última novela: «El sicario del Sacromonte».
La primera pregunta es directa, ¿quién es Jaime Molina García?
Soy un tipo al que siempre le han gustado las historias, tanto contarlas como que se las cuenten, y no importa si eso es a través de un libro, de una película, de una grabación o de otro medio, lo importante es que se haga bien. Un conocido me dijo una vez que yo era un “letraherido” y tal vez acertase con esa definición. También hubo una persona más cercana que me llamó “diletante” y tampoco le quito su parte de razón, porque me consta que no lo decía en el sentido peyorativo. Al margen de eso, creo ser una persona paciente, curiosa, con inquietud por aprender y que quiere a los suyos.
-¿Qué encontrará el lector en “El sicario de Sacromonte”?
Lo que encontrará es una novela negra ambientada en los barrios marginales de Granada. He procurado que aunque la historia siga el esquema de lo que se conoce como una novela negra, tenga una serie de elementos diferenciadores tanto en la estructura de los capítulos como en el uso del lenguaje. En cualquier caso, creo que los lectores encontrarán una historia sugerente que les mantendrá interesados hasta el final.
-Ha sido diferente el proceso creativo de “El sicario de Sacromonte” respecto a sus obras anteriores?
Ha sido bastante diferente, porque la composición de “El sicario de Sacromonte” se ha ido fraguando en distintas fases a lo largo de cinco años con un proceso que ni yo mismo sabía que iba a terminar con la escritura de esta novela. Primeramente escribí, como parte de un trabajo de fin de máster, el guion cinematográfico para un capítulo piloto de lo que debía ser una miniserie de televisión (solo con vistas al máster, se entiende). Como quedé bastante satisfecho del capítulo piloto, una vez finalizado el máster me animé a escribir el resto de capítulos, hasta completar los que tenía esbozados argumentalmente en el proyecto de miniserie. Y cuando llegué a esa fase, decidí novelar el guion, lo que también me llevó mi tiempo.
-Los bajos fondos de Granada, y la ciudad en general, son una parte fundamental de la ambientación de la obra. ¿Tenía claro desde el principio que la historia debía transcurrir ahí?
Sí, tenía claro que quería hacer una novela negra en Granada, entre otras cosas porque la mayor parte de las novelas negras españolas que he leído transcurren casi siempre en grandes ciudades como Madrid o Barcelona, y me apetecía mucho contar una historia que se desarrollase en la que ha sido mi ciudad durante casi cuatro décadas.
-Un tema central de la historia es la turbulenta relación padre-hijo que mantiene el protagonista, ¿cómo planteó esta?
Era uno de los nudos centrales del argumento. El carácter de Lucas se explica, en gran parte, por el trauma que su padre, un maltratador de la peor especie, le infligió durante su infancia. El padre de Lucas es el desencadenante de muchos de los conflictos que suceden en la novela, tanto internos, dentro de Lucas, como externos, en las personas que rodean a Lucas. Y, a fin de cuentas, las relaciones padre-hijo están latentes en todas las vidas. Como se dice al comienzo de la historia, un padre no se libra de ser también un hijo por mucho que lo desee.
-Augusto es un personaje muy potente, un antagonista con un magnetismo especial, ¿qué nos puede contar de él?
Augusto es el personaje malvado por antonomasia en esta novela. Es un tipo sin escrúpulos, capaz de hacer cualquier cosa por tal de conseguir sus objetivos. Es carente de empatía y cruel no solo por sus actos sino por sus palabras. Y como he dicho antes, el desencadenante de muchos de los conflictos de esta historia. Si tiene un magnetismo especial es precisamente por su capacidad para hacer el mal. Podría decirse que es un artista del mal.
-Si tuviera que convencer a un lector de que debe darle una oportunidad a “El sicario de Sacromonte, ¿cómo lo haría?
Pues le diría que esta novela tiene como virtudes que está bien escrita, pues ha llegado a tres finales de concursos literarios; que cuenta una serie de tramas que mantienen enganchado al lector; que dibuja unos personajes creíbles y complejos; y que posiblemente no vean venir los desenlaces de las distintas tramas y subtramas.
-¿Cuáles son sus planes de futuro en el terreno literario?
Después de escribir esta novela creo que voy a pasar por un periodo de inactividad creativa, no porque no se me ocurran más historias que contar, sino porque me apetece dedicar más tiempo a otras cosas, entre ellas la lectura. Escribir es para mí un proceso muy lento con el que me divierto, sin duda, pero que me merma la posibilidad de dedicarme a otras actividades que también me gustan. He decidido, pues, darme un receso. Todavía no sé si será de uno, cinco o más años. Nunca se sabe. Un amigo me dijo una vez que cuando te muerde el veneno de la escritura, ya no te puedes librar de él. Puede que no le falte razón y quizá por eso me dijeron que era un letraherido. El tiempo dirá.
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